4 jul 2011

NICOLA COSTANTINO













link de otro video:








(apretar en el nombre de las obras para ver ejemplos)

  • "Cajas", embalajes de maderas apilados que dejan ver en su interior calcos en resina de cerdos nonatos
  • Esculturas “Chancho-bola” y “Ternero-bola”, hechas en resina y aluminio, imitando pellejos de animales compactados
  • “Peletería con piel humana” consiste en diez prendas realizadas en silicona que imita la textura de la piel humana. Son vestidos que unen paños de secciones de la “piel”, tetillas masculinas, ombligos y esfínteres, algunas decoradas con pelo real en los puños, solapas o ruedos, utilizando la técnica del calco natural. Lo acompaña con tres pares de zapatos y dos carteras realizadas con igual técnica. La metáfora de “vestirse con la piel del otro” es lo que genera un enrarecimiento que abre el discurso a diferentes significantes, el tema de la muerte, de las apariencias y las modas culturales, de lo escabrosa que puede ser una costumbre llevada hacia un punto extremo. Son objetos de performance; la autora refiere que la obra no está completa hasta que el espectador no se las prueba.







(apretar en el título para ver la entrevista completa)




  • "MI ARTE ES TRUCULENTO" - por Florencia Canale - Revista Noticias, Buenos Aires, 31 de julio 2004.

    Esculpió jabones con formas eróticas, con grasa de su lipoaspiración. Expone en Nueva York y Europa. Violencia y el placer de cocinar.
    En la casa-taller de la escultora Nicola Costantino hay obras despe
    rdigadas por todos lados y ayudantes híperactivos, que se mueven entre el ruido de sierras eléctricas.
    Ojos gigantes y una energía arrolladora son los rasgos imperantes de la mujer que transformó su grasa,
    lipoaspiración mediante, en jabones con formas eróticas, y que presentará como “Savon de Corps”. En tanto, expone en la Galería Ruth Benzacar extrañas máquinas ortopédicas, pensadas para animales que todavía no nacieron.

    Noticias: ¿Cuál es su disciplina?
    Costantino: La escultura y las instalaciones. Nunca hice pintura.
    Noticias: ¿Desde chica supo que quería esculpir?
    Costantino: Sí. No veía la hora de terminar con la escuela. Estaba súpe
    r convencida de que quería hacer escultura, incluso vivía metida en talleres. Tengo dos hermanos ingenieros y siempre estuve rodeada de herramientas. Ahora también tengo dos cuñados ingenieros, es mucha técnica a mi alrededor (sonríe). Siempre me interesó la construcción de los objetos.
    Noticias: ¿El cuerpo es su fuente de inspiracion?
    Costantino: Me inspira el cuerpo humano y el animal. Para realizar mi muestra "Peletería humana" tomé calcos de anos y pezones. También tomé pollos y lechoncitos que compraba en las carnicerías. Después trabajé con terneros y vacas y ahora con caballos.
    Noticias: ¿Cómo fue que decidió trabajar con el cuerpo humano?
    Costantino: Ya trabajaba con animales y hacía esculturas. La técnic
    a que empleo es el calco del natural, un calco hiperrealista. Hago una reproducción exacta del cuerpo y por momentos entrás en dudas sobre si es real o no. Te acercás y tenés que develar esa incógnita. Lógicamente, no podría estar el animal de verdad, sería imposible. Como verás, este es un trabajo de mucha técnica.
    Noticias: Le pregunto porque en algunas bienales hubo artistas que trabajaron con cadáveres.
    Costantino: Mirá, en el año ´92 yo vivía en Rosario y empezaba a hacer mis primeras muestras individuales. Compraba en los peladeros, antes de que fueran alsupermercado, los pollos, conejitos, lechones y vizcachas, los momificaba y los embolsaba al vacío. Mi obra, en ese entonces, tenía mucho que ver con la comida.
    Noticias: ¿Qué conflicto tenía con la comida?
    Costantino: El tema de la comida me sirvió cuando empecé a hurgar en la temática del cuerpo. Me gustaba mostrar esa relación que hay con la comida y el placer. Yo las llamaba bacanales. Me encanta cocinar y relacionar mi trabajo con la comida... (Nicola muestra catálogos con su obra: desde mobiliario f
    orrado con símil piel hasta tapados con cuellos de pelo humano). Es una forma de mostrar un tratamiento
    violento del cuerpo, que está presente en todas mis obras. La civilización es violenta y la sociedad también. Y lo muestro a través de la comida o el consumo. Lo que antes hacía con los animales, ahora lo hice conmigo misma.
    Noticias: Se lipoaspiró y con su grasa hizo jabones. ¿Fue por amor al arte o también por una cuestión estética?
    Costantino: Las dos cosas. Esta es la primera pregunta que me hac
    en, evidentemente llama mucho la atención.
    Noticias: Convengamos que hacer jabones con restos de uno mismo es raro. ¿Su intención es provocar?
    Costantino: Mucha gente se mata de risa y a otras les da mucho asco. Es un shock, algo que junta dos mundos que no tienen nada que ver. Es truculento, mi arte lo es, es usar un residuo patológico. Todo
    lo que sale de nuestro cuerpo no se quiere ver, es cadavérico. Es un tabú en la cultura. Y yo junto eso con un ofrecimiento erótico, porque lo presento como "vení a bañarte conmigo", es como si dijese "tomá el
    jabón y entrá en contacto con el cuerpo". Obviamente, es un sarcasmo
    terrible.
    Noticias: Definitivamente, su intención es provocar.
    Costantino: Es provocador, como todas mis obras. Pero lo que no hago es presentarlo con cuidado, imitando un producto para un cierto nivel social. No es algo que tiro ahí, sino que tiene un proce
    so que lo hace más impresionante. El exhibidor es de mármol de Carrara.
    Noticias: ¿Y la gente podrá usar un “Sabon de Corps” o es sólo una obra de arte?
    Costantino: No, es obra solamente. Hice cien jabones.
    Noticias: ¿Tiene conciencia de que su obra despierta vivencias que se asocian con el horror del nazismo?
    Costantino: Sí, ese tema me llevó seis meses de reflexión. Consulté con autoridades judías, un rabino y a dos dire
    ctores de la Fundación Memoria del Holocausto. Necesitaba ese aval, porque desde el arte está todo permitido. La impertinencia del arte todo lo permite. Pero yo no hago nunca cosas que puedan perjudicar. Lo presenté y me apoyaron absolutamente. Les pareció bien que se debatiera el tema, porque no es ofensivo. No es algo alarmante, pero seguro que habrá mucha gente a la que no le guste. Lo que hay, en realidad, es un sarcasmo, ganas de señalar hasta dónde podemos llegar.